[cmsms_row data_padding_bottom=”50″ data_padding_top=”0″ data_overlay_opacity=”50″ data_color_overlay=”#000000″ data_bg_parallax_ratio=”0.5″ data_bg_size=”cover” data_bg_attachment=”scroll” data_bg_repeat=”no-repeat” data_bg_position=”top center” data_bg_color=”#ffffff” data_color=”default” data_padding_right=”3″ data_padding_left=”3″ data_width=”boxed”][cmsms_column data_width=”1/1″][cmsms_tabs mode=”tour” position=”right” active=”1″ animation_delay=”0″][cmsms_tab title=”Una Migración Espectacular en Peligro”]
La mariposa monarca, que es reconocida y amada por niños y adultos a lo largo de Norteamérica, viaja cada otoño miles de kilómetros hasta las cimas de 12 montañas del centro de México. Aquí pasarán el invierno desde noviembre hasta marzo. No hay otro insecto que migre tal distancia. Sin embargo, la migración de esta mariposa se encuentra en peligro. La pérdida del habitat de su refugio invernal en México amenaza la supervivencia de esta increíble migración.
[/cmsms_tab][cmsms_tab title=” Su Sobrevivencia Depende de un Habitat Invernal Único”]
El entorno de hibernación en México corresponde a un terreno recóndito, montañosos y accidentado, poblado por densos y majestuosos bosques de pino y oyamel. Aquí, las monarcas se agrupan en racimos oscilantes, de vez en cuando vuelan a los arroyos cercanos para beber agua. Los oyameles crecen abundantemente a altitudes por encima de los 3,000 metros (más de 10,000 pies) y varias especies de pinos crecen más abajo sobre las laderas. Debajo de las cimas de las montañas, los terrenos que alguna vez fueron forestales, han sido talados durante décadas por los pobladores pobres de la region, para la obtención de madera y leña para uso doméstico y para la agricultura por subsistencia. Estos bosques son vitales ya que forman parte de las cumbres altas de la cuenca más importante que proporciona agua potable para la Ciudad de México y además sirven como captadores de carbono y generadores de oxígeno.
[/cmsms_tab][cmsms_tab title=”La Reserva de la Monarca (Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca)”]
La Reserva de la Monarca, designada por las Naciones Unidas como Patrimonio de la Humanidad, fue creada para proteger las colonias de monarca más grandes y que se establecen con mayor frecuencia en los sitios de hibernación. No se permite la tala dentro de la zona núcleo de la Reserva, y sólo se permite la tala controlada en la zona de amortiguamiento. Sin embargo, la tala ilegal con fines comerciales ocurre en ambas áreas. Patrullas gubernamentales (Policia Ambiental y Federal) se esfuerzan por reducir la tala ilegal, sin embargo, es difícil de atacar debido al aislamiento de la zona , a lo accidentado del terreno, al complejo regimen de gobernabilidad local (ejidos y comunidades), y al atractivo económico de la madera. La extracción irresponsable de árboles de la zona núcleo y de amortiguamiento crea “agujeros en la manta forestal” exponiéndo a las monarcas a una muerte por congelación durante las duras tormentas invernales ocasionales, tal como aquella que se produjo en enero del 2002 y que mató a un cuarto de billón de monarcas.
Some projects have been initiated to reduce the need for foraging wood in the protected zones, e.g., establishing local woodlots and building more fuel-efficient stoves.
The residents have few sources of income and are dependent mainly on subsistence farming and cattle for their existence. Ecologically sound tourism (ecotourism) is providing an increasingly important source of income within and near the Reserve, but it requires a healthy monarch population and an awareness of sound tourism practices that don’t increase forest degradation.
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