Datos curiosos de la monarca
De clic AQUÍ para descargar una 2 páginas de datos curiosos acerca de las monarcas que usted puede imprimir por los dos lados y así contar con un pequeño folleto para compartir información de las monarcas con otras personas. Información más detallada acerca de las monarcas se encuentra a continuación asi como un video acerca de la biología de la mariposa monarca – su ciclo de vida, nutrición y necesidades de hábitat, y patrones migratorios – así como las amenazas que enfrenta la monarca y las medidas de conservacción tomadas para apoyar su supervivencia expuesto por la Dra. Karen Oberhauser, miembro de consejo de MBF y Directora del Jardín Botánico de la Universidad de Wisconsin en Madison se encuentra AQUÍ (video en inglés).
Ciclo de vida de la monarca
La vida de una mariposa monarca comienza cuando la hembra de una Monarca pone un huevo, generalmente sobre la parte inferior de una hoja de algodoncillo. El huevo eclosiona después de 3-5 días, para revelar una pequeña larva (oruga). Durante un periodo de 9-15 días, la larva incrementa su masa corporal casi 2,000 veces conforme crece y se muda (desprende) de su piel cinco veces permitiendo un rápido aumento en su tamaño. El periodo entre cada muda es conocido como estadio; las larvas de la Monarca experimentan cinco estadios, por lo tanto, la oruga más grande es la de las larvas que están en el quinto estadio. Posteriormente cada larva se transforma en una pupa y permanece 9-14 días como crisálida o pupa. Una vez que completa su desarrollo, emerge una mariposa adulta desde la cubierta de la pupa. Bombea fluidos desde su abdomen a sus alas, y en un periodo corto las alas se secan y endurecen. La nueva Monarca vuela hacia el néctar y se reproduce. Si es hembra comienza a colocar huevos.
Las monarcas en reproducción pueden llegar a vivir dos a cinco semanas. El periodo de desarrollo de los huevos, las larvas y pupas depende de la temperatura. Las condiciones frías o muy cálidas resultan en periodos de desarrollo más largos. La tasa de supervivencia de las Monarcas inmaduras es baja, con una supervivencia menor al 5% la cual pasa al quinto estadio. Una variedad de depredadores, incluyendo hormigas, arañas, insectos heterópteros, escarabajos, y larvas de crisopas provocan mucha de esta mortandad.
El viaje hacia el norte
Cada primavera, las primeras monarcas arriban al norte de Estados Unidos y el sur de Canadá, en cuanto emergen los primeros algodoncillos. Estas Monarcas iniciales en el área de reproducción del norte, originan de los huevos posados por las hembras que probablemente pasaron el invierno en México y volaron para encontrar algodoncillo en el norte de México y el suroriente de Estados Unidos (Texas, Luisiana y Florida, por ejemplo) y en un grado menor en Estados Unidos occidental. Utilizan su última gota de energía después del largo invierno para comenzar su migración y reproducirse. Frecuentemente pensamos en estas monarcas iniciales que observamos al final de la primavera como la primera generación de verano del año nuevo. Una migración similar ocurre en primavera en el occidente desde los sitios de hibernación de la costa de California.
Reproducción de verano
La primera generación de monarcas se reproduce, pone huevos y muere. Sus huevos comienzan el ciclo de nuevo, eclosionando, creciendo, formando pupas, emergiendo, reproduciéndose, poniendo huevos, y muriendo, llegando a vivir hasta 6 semanas. Cada tercera o cuarta generación de verano continúa este ciclo durante el verano.
El viaje hacia el sur
Las monarcas que emergen como adultas al final del verano son diferentes porque no están adaptadas para sobrevivir temperaturas heladas. Esta generación de Monarcas experimenta el mismo ciclo de vida que las generaciones anteriores a ella hasta que pasan a ser adultas. Su vida es diferente a la de las demás progenies. En lugar de reproducirse y poner huevos, utilizan toda su energía para migrar a un clima donde pueden sobrevivir hasta la primavera. Llamamos a estas monarcas la generación migratoria. La migración les permite permanecer vivas hasta la próxima primavera cuando pueden volar hacia el norte y comenzar a poner huevos.
La migración de otoño es clave para el éxito del ciclo de vida anual de las monarcas. Las monarcas de otoño son idénticas a las demás monarcas. Sin embargo, su fisiología es distinta ya que emergen de la pupa en un estado llamado diapausa reproductiva. La diapausa consiste en un periodo de desarrollo suspendido producido por los cambios en sus niveles hormonales; a diferencia de las generaciones de primavera, las monarcas de otoño no tienen órganos internos sexuales maduros (testes y ovarios). Una variedad de señales de la naturaleza induce este estado de diapausa, incluyendo los días más cortos, los cambios en la temperatura entre el día y la noche, y hasta la edad de las plantas de algodoncillo de las que se han alimentado como larvas. A finales de agosto y durante septiembre y octubre estas monarcas vuelan hasta 3,200 km hacia el sur a la sierra de montañas Transvolcánicas del centro de México. Se alimentan de néctar y conservan su energía, atrapando las corrientes de aire cálido que soplan hacia el sur y las cuales les permiten elevarse en vez de efectuar un vuelo propulsado durante su camino.
Hibernando en México
En México, las monarcas encuentran pendientes con orientación hacia el sur en las montañas y se acomodan en las ramas y troncos de árboles de oyamel, formando densos grupos. Las bajas temperaturas les permiten entrar en un estado de letargo (muy parecido a la hibernación, pero diferente al “sueño” profundo). De esta manera logran conservar su energía hasta que vuelve el clima cálido en primavera.
Las monarcas que pasan el invierno en las montañas del centro de México son la generación final cada año. Después de pasar varios meses en México (desde principios de noviembre hasta marzo), los días cálidos y más largos señalan que ya es tiempo de volverse a activar.
Comienza un nuevo ciclo
A finales de febrero y marzo, las monarcas finalizan su diapausa reproductiva, preparándose para reproducirse y para poner huevos durante su vuelo hacia el norte. Una vez que se vuelven reproductivas, viven sólo unas cuantas semanas. Sus huevos marcan el inicio de otro ciclo de vida anual ya que vuelve a nacer la primera generación de monarcas. A diferencia de las generaciones de verano que viven 2-6 semanas como adultas, la generación de hibernación de mariposas vive 7-9 meses – sobreviviendo la larga migración hacia el sur, varios meses en México y la migración hacia el norte de regreso al sur de Estados Unidos.
La primera generación de monarcas, seguida de tres o cuatro generaciones de verano, y la generación migratoria/de hibernación componen el ciclo anual de las monarcas. Las mariposas monarca han evolucionado para vivir de esta manera, con adaptaciones especiales que les permiten sobrevivir cambios estacionales en sus hábitats. Las plantas de néctar, el algodoncillo, el agua y los bosques de oyamel en México son cruciales para continuar este ciclo de vida anual. Las monarcas compiten por tierra y recursos con los seres humanos donde quiera que estén. Los esfuerzos por proporcionar hábitat adecuado para las monarcas están ligados a apoyar las necesidades de los habitantes locales quienes han compartido esta región con las mariposas por muchas generaciones. El reto de apoyar el ciclo de vida de la Monarca es difícil, pero se puede lograr, y MBF trabaja para lograrlo.
Para obtener más información acerca de la biología y conservación de la mariposa Monarca consulte el Plan de implementación de 2106 para la conservación de la Monarca.