Un gran número de árboles fueron derribado por los vientos extraordinarios durante la tormenta a comienzos de marzo en México. Surgió la pregunta de qué hacer con los árboles en el suelo del bosque. La Junta Directiva de MBF escribió una carta al personal forestal solicitando que deben salvarse troncos de árboles en la zona de amortiguamiento, y se recomienda que debe haber sólo eliminación selectiva bajo supervisión en las áreas de la zona núcleo que albergan a los racimos del monarca. Nuestra recomendación fue dejar que estos árboles se descomponen naturalmente, enriqueciendo el ecosistema y que incluso estimular la regeneración natural de plántulas. De conversaciones con el personal en México, nos enteramos que la mayoría de los árboles caídos fueron en la zona más sensible del núcleo. Teníamos la esperanza que ellos estarían en la zona de amortiguamiento menos sensible. Durante nuestra reunión anual de MBF en 16 de abril de 2016, hemos realizado una llamada de conferencia con sus colegas en México que trabajan en el área y están en el bosque. Aprendimos que una preocupación planteada por los locales que viven en y cerca de la zona boscosa de base es que los árboles muertos y caídos, sequedad en el suelo podrían impulsar grandes incendios forestales. Como resultado las autoridades mexicanas decidieron permitir el retiro de árboles caídos a lo largo de la zona. Evidencia fotográfica indica eliminación rápida y extensa del árbol y estamos preocupados por el impacto negativo de este salvamento extenso registro de funcionamiento sobre el ecosistema de pino oyamel.