Bajo condiciones ambientales normales, los descortezadores desempeñan un papel importante en la salud de los bosques al colonizar y ayudar a eliminar árboles débiles, enfermos y demasiado grandes. Sin embargo, con el cambio climático, la reproducción excesiva de descortezadores ha generado una mayor mortalidad de los árboles. Para proteger la salud de los bosques, los terratenientes a menudo recurren a la tala para eliminar los árboles enfermos, una práctica conocida como tala de saneamiento. La ley mexicana establece que los propietarios de las tierras son responsables del control de descortezadores, y los propietarios deben obtener la autorización de las autoridades para llevar a cabo la tala de saneamiento. Sin embargo, las actividades para controlar los descortezadores varían dentro de la RBMM. La investigadora postdoctoral Erika Gómez Pineda y sus colaboradores han realizado entrevistas con individuos locales y gubernamentales para determinar el motivo de estas diferencias.
Los resultados de las entrevistas revelan diferencias en la aplicación de la legislación. Por ejemplo, en Michoacán, un árbol con descortezadores se considera un brote activo, mientras que, en el Estado de México, tres o más árboles afectados se cuentan juntos como un brote activo. Además, parece haber una influencia de la concentración de aserraderos en Michoacán. Es necesario desarrollar estrategias más uniformes y sustentables para fortalecer la salud de los bosques, en lugar de depender únicamente de la tala sanitaria, que puede estar impulsada por intereses que van más allá de la conservación.
Para obtener más información sobre este tema y cómo influyen las sequías, puede consultar la publicación de la Dra. Gómez Pineda y sus colaboradores titulada "Drought occurrence and forest management: Interrelated drivers of sanitary logging in central México (Sequías y manejo forestal: impulsores interrelacionados de la tala sanitaria en el centro de México)", también publicada en nuestra página de Publicaciones en el rubro de Salud Forestal.